Son muchos regalos, son muchos niños, y basta que uno de ellos te toque los coj**** para que la salte la chispa. Menos mal que no eran adoquines de Aragón. Ocurrió durante la cabalgata de reyes en Tarrasa, Barcelona.
No se yo si al año que viene lo van a invitar...
No se yo si al año que viene lo van a invitar...
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